comebergas
// he bolbido a wattpaf
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__prettybucciarati
— Hahah. Creo que gano yo.
__prettybucciarati
— ¿Te rindes, amore?
comebergas
// Mi madre : No te acuestes muy tarde eh? Yo : vale
Yo : hora de ver videos de aimep3 hasta las 3am
__prettybucciarati
— Abbacchio pedí pato en un restaurante y me dieron otra cosa /sad emoji
__prettybucciarati
@-prettyabbacchio — Lo tomaré en cuenta. Qué mal servicio. # Y NO FUE EL TUYO digo AJAJAJAJGDGJSSJJAJA PERO diavlos señorito
comebergas
—Oh, bueno... Sea lo que sea, puedes ponerles una reclamación. —
//PITO ABBACCHIO, LE DIERON PITO A TU HOMBRE
__prettybucciarati
— Quiero que en tu reporte diario me des una detallada explicación de porqué estás tan guapo.
__prettybucciarati
@-prettyabbacchio — Hmhmhmhmm~... ¿De verdad vas a hacer trabajo extra sólo por eso?
__prettybucciarati
— Bubububú.
comebergas
— ¿Dulces? Ah, bueno... Pero no le digas nada a Bruno... ¿Vale? /dar bolsita de caramelos de naranja
__prettybucciarati
El Capo había madrugado un poco tomando en cuenta que era fin de semana, todo para poder prepararle el desayuno a su querido. Tocó la puerta con sutileza y luego giró el picaporte, entrando de espaldas al tener las manos ocupadas, además de puesto un mandil.
Al entrar el peliblanco aún se encontraba envuelto en sábanas, así que dejó la bandeja en el buró de al lado.
Con sigilo puso una rodilla sobre la cama, y luego subió la otra, quedando arriba del cuerpo ajeno. Se acomodó el cabello detrás de la oreja y con una sonrisita le susurró.
— Buongiorno... amore mio... ~ —rozó su nariz contra la ajena, haciendo sutiles mimos para que su amante se despertara.
__prettybucciarati
@-prettyabbacchio — Te lo mereces, después de todo. —habló con tranquilidad, sereno; Abbacchio se merecía poder descansar en paz, de eso estaba seguro. Sonrió ladino al notar como le seguía el juego. — Bene... Aunque no sé quien me manda a levantarme a esta hora un sábado por la mañana. —rió un poquillo antes de pegarse a su cuerpo por detrás y abrazarlo por la espalda, hundiendo su cabeza en al hombro ajeno.
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Abbacchio dió un sorbo al zumo de naranja, para luego girarse y sonreírle. — Bastante bien, hechaba de menos descansar así de bien... — Dió un pequeño suspiro mientras dirigía la mirada hacia el plato de pastelitos que tenían una pinta muy apetecible. — ¿Y usted, señor Bucciarati? — Preguntó siguiendo aquella broma
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— ¿Qué?
// AWHHH MAAAAN