Quiero morir, anhelo armarme de valor y acabar con mi miserable yo.
Ya ni siquiera vale la pena llorar, es desesperante, mi pecho quema, agonizo día tras día muriendo en vida propia.
Mamá tiene una enfermedad terminal, me siento abandonada por papá y con mis hermanos ni siquiera cuento, estoy tan decepcionada de ellos como mis padres.
El mundo pisotea con repudio los cristales rotos de lo que queda de mi desgracia, aun así debo darles la cara pretendiendo que todo está bien y esforzarme por una vida que no deseo, sabiendo que jamás tendré lo que de pequeña soñé, cuando aun era capaz de hacerlo.
Dios... ¿cual era el propósito de dejarme vivir?
Perdón por favor, perdón.
No me dejes, duele mucho, ya no puedo más.
Alguien por favor, sálvame.