/arquear ambas cejas, sorpresivo, al ver cómo se golpeaba en la cabeza. alzar instintivamente ambas manos, un tanto preocupado, aunque una risa intentase escapar de sus labios. ¡ACE! ¿¡estás bien!? creo que esa cama te queda ya pequeña... vaya golpe te has dado. /señala el desayuno, ladeando la cabeza. pero que galán, aunque no te creo ¡la comida es mil veces mejor que yo! /la sonrisa que porta se deforma ligeramente cuando al agacharse, recibe aquel beso en la mejilla: estas se tiñen de un pálido rubor, y el oni no tarda en ensanchar su expresión. JAJAJAJAJAJA ¡no-no- no me voy a ir! comeré tus sobras, si es que dejas alguna.