/acarició sus pómulos con los pulgares, anonado y absorto en los ojos de su acompañante, hasta el punto de no percatarse de que sus manos reclamaban su cintura. arqueó una ceja y volvió a reír. y eso te hace adorable: la honestidad no es algo que caracterice a muchos demonios, por lo que veo y hasta donde llegan mis conocimientos. me gusta que tú lo seas conmigo. ¿mmm? ¿oh? ¿en contra de tu voluntad? ¿aún después de hacerme de tu propiedad?