Los afligidos y los necesitados buscan agua, pero no la hay, su lengua está reseca de sed. Yo, el Señor, les responderé, yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.
Abriré ríos en las alturas desoladas, y manantiales en medio de los valles; transformaré el desierto en estanque de aguas, y la tierra seca en manantiales.
Pondré en los desiertos el cedro, la acacia, el mirto y el olivo; pondré en el yermo el ciprés, junto con el olmo y el boj,
para que vean y entiendan, consideren y comprendan a una que la mano del Señor ha hecho esto, que el Santo de Israel lo ha creado.
Isaías 41:17-20