““Te extraño, mucho, más de lo necesario.
Extraño mandarnos videos cada dos minutos.
Extraño mandarnos fotos todo el tiempo que podíamos.
Te extraño, aunque ya no estemos juntos.
Extraño hablarnos como si nos conocieramos de toda la vida
Extraño compartir contigo todas aquellas historias y poemas que juntos escribiamos.
Extraño jugar contigo dos horas, tres, cuatro, quien sabrá cuanto tiempo hemos compartido juntos.
Extraño tus mensajes de Buenos días que recibía todos los días sin falta ninguna.
Extraño poder ayudarte con tus problemas, porque se que tienes varios.
Odio aún pensar que algún día me llegaría un mensaje tuyo, odio saber que ya no va a ser lo mismo que antes.
Odio no poder hablarte siquiera, odio todo aquello que nos separó.
Me siento extraño sonriendo a los demás como si nada de esto hubiera pasado, nada de lo nuestro.
Me siento triste viendo todos aquellos mensajes que me mandabas, aquellos que me alegraban el día aunque para ti parecieran una simple tontería.
¿Ahora que soy? ¿Un simple extraño para ti?
Se que me extrañas y yo a vos, más de lo que pensas.
Pero esto, todo lo que nos pasó, es obra del tiempo y aquel dolor que siento al no estar junto a vos.
Y ahora somos esto, dos extraños más, perdidos en una gran sociedad de la cual los dos deseamos escapar.”