En la complejidad de la vida, a menudo nos encontramos ante situaciones que nos invitan a tomar partido y a involucrarnos activamente. Sin embargo, es fundamental recordar que en muchas ocasiones, la mejor estrategia es mantenernos al margen. Este enfoque no solo nos permite observar desde una distancia segura, sino que también nos brinda la oportunidad de reflexionar y analizar con mayor claridad lo que sucede a nuestro alrededor.

Al adoptar esta postura de observación, podemos apreciar matices y perspectivas que, de otro modo, podrían pasarnos desapercibidos en medio de la vorágine emocional. Mantenerse al margen no significa ser indiferente o desinteresado; más bien, implica ejercer una forma de sabiduría que valora la contemplación sobre la reacción impulsiva.

En lugar de dejar que las emociones del momento nos arrastren, podemos tomarnos el tiempo para considerar las implicaciones de nuestras acciones y palabras. Esta distancia nos permite evaluar con objetividad y decidir si, en algún momento, sería apropiado intervenir o simplemente ofrecer apoyo desde un lugar más neutral.

A veces, el silencio y la observación son más poderosos que cualquier palabra o acción. En la quietud de este espacio, encontramos la paz y la claridad que a menudo se desvanecen en el bullicio de la vida diaria. Así, al mantenernos al margen, podemos no solo preservar nuestra propia integridad emocional, sino también ser un faro de comprensión y empatía para aquellos que se encuentran inmersos en sus propias luchas. Soy Chilena, tengo 15 años, soy signo piscis y si soy bastante indecisa xD. Fan de Linkin Park... ¡Chester, porque te nos fuiste!,amo dibujar, creo que algún dia subire mis dibujos.
No tengo hermanos, pero si primos chicos que me hinchan las que no tengo (si me entienden)