Un día logré alzar mis brazos y sujetar la verdadera gloria, pero luego resbalé y caí a al mayor de los tormentos.
Y mucho tiempo viví dentro de aquel sitio tormentoso, pero ahora que ya había vivido algo distinto a aquel sentimiento de angustia y agonía... Cuando volví a caer no fui capaz de soportarlo, solo anhelaba aquella sensación que viví al tocar la gloria por ese periodo de tiempo tan corto, solo anhelaba salir de aquel lugar que lo único que me aportaba era más dolor.
Pero el tiempo pasó y un día me cansé de tener que sobrevivir buscando aquella vida que había perdido.
El tiempo pasó y mi mundo ya no tenía sentido.
El tiempo pasó y la cordura ya no era más que una palabra que alguna vez pude entender.
Y aquí me encuentro ahora, con tres formas de morir rápidamente frente a mí, frustrado porque ni si quiera soy capaz de elegir como dar fin a esta absurda vida que he sufrido.
No es una historia, no es drama, no es algo que escriba porque quiera que quede como un intento de arte. Son solo los pensamientos que me invaden en este momento y un grito desgarrador que no puedo hacer sonar.
