Un pequeño adelanto de un extra que estoy preparando del ¿Que pasaría? En dulce mentira ( ◜‿◝ )♡:
El gran salón estaba bañado por la luz suave de la tarde, que se filtraba a través de las enormes ventanas adornadas con cortinas de terciopelo. Alastor estaba sentado en un sofá de diseño clásico, con tapicería de un color profundo que contrastaba con los tonos cálidos del entorno. En su regazo descansaba una canastilla de mimbre, forrada con un suave tejido blanco, donde su pequeño se encontraba acurrucado. La canastilla, decorada con pequeños bordados de flores, parecía un nido acogedor y seguro, y el bebé se movía lentamente, arrullado por el suave vaivén de su padre.
Demian miraba a Alastor con ojos somnolientos, sus párpados pesados luchando por mantenerse abiertos. Su pequeño entrecejo estaba fruncido en una expresión adorable de concentración, como si estuviera intentando comprender el mundo que lo rodeaba. Con un esfuerzo visible, extendió sus diminutas manos hacia su padre, como si quisiera alcanzarlo, provocando una risa suave y melodiosa de Alastor.
Era un sonido puro, lleno de amor y alegría, que resonaba en el aire. La imagen de su hijo intentando acercarse a él era tan enternecedora que Alastor sintió que su corazón se derretía.
Mientras observaba a Demian hacer un puchero, Alastor no pudo evitar reírse. Era una risa genuina, llena de felicidad. Nunca había imaginado que una pequeña criatura pudiera ser tan perfecta y extraña al mismo tiempo; era un milagro que había salido de él. A veces le parecía increíble pensar que ese pequeño ser, con su cabello rubio y sus ojos curiosos, era producto de algo que había participado Alastor.