Su casco debajo de su brazo y el ramo de flores siendo sostenido por el otro captó la atención de la recepcionista, ya sabiendo para quién eran aquellos regalos. "Está en su oficina" no tuvo que preguntar, quizás porque ya era costumbre para ella darse leves escapadas para ver a su Omega, pero en esos días ha estado más cariñosa y protectora de lo usual y habia una razón para ello.
Tocó la puerta y luego abrió, asomando su cabeza ──── ¿Estás ocupado? Vengo a robarte por un par de horas ──── Una enorme sonrisa fue dirigida al azabache que parecía tener su atención por completo en unos papeles sobre su escritorio, aveces sentía que trabajaba de más y que debía ya tomarse un breve descanso, después de todo, si se forzaba mucho, podria perjudicar al bebé.
Aún si su embarazo no estaba tan avanzado no podía evitar preocuparse.
