Ya tenía un plan trazado: la manera en la que lentamente iba a matarlo. Con sus manos recorrería su cuerpo, hasta llegar al cuello que se hacía débil en sus manos; al mismo tiempo su boca se uniría a la suya formando el ying y el yang. Se hundiría en él para cabalgar hacia el más allá. Pero como cualquier muerte, lo reviviría una y otra vez, para ser castigado por enamorar a aquella mujer.

Anapa
  • Pasto, Narino
  • JoinedNovember 16, 2015


Following


1 Reading List