𔘓

Sentía su pequeño corazoncito latiendo con rapidez, de un modo inexplicable; quizá era emoción. . . Se sentía tan bien ante la presencia de aquel niño tan feliz, el mismo que lo había ayudado, que quería ser su amigo y que, con dulzura, le había puesto un apodo, su primer apodo y le agradaba. Sus mofletes ardían aún más, sin oponer resistencia al gesto del menor, que con sus deditos recorría cada curva de sus labios, dibujándole, aparentemente, una sonrisa.
            
            Asintió con lentitud, como confirmando que definitivamente podía llamarlo así, asegurando para sí mismo que nadie más le copiaría ese detalle. Estaba convencido de que aquello no sucedería, pues él era lo más cercano que tenía a un amigo. Lo observaba fijamente, todavía deslumbrado por su inocente imaginación, llegando a pensar que, en efecto, podría tratarse de un ángel.
            
            ⎯⎯⎯⎯ ❛ Minho, ¿t-te gustaría jugar conmigo? ❜ ⎯⎯⎯⎯ Se le hizo difícil pronunciar aquellas palabras, pero se impulsó, contagiado casi por completo de su humor tan animado y confiado. Sin embargo, pronto se arrepintió: desvió la mirada de reojo y se encontró con alguien más, que parecía ser familiar de Minho, pues antes lo había visto haciéndole una señal. No venía solo, y estaba seguro de que en cualquier momento Minho se marcharía. . .  Tal vez no volvería a verlo. Era la primera vez que coincidían en aquel parque donde él solía jugar de vez en cuando.

Sus orejitas se movieron con rapidez al mismo tiempo que el pequeño albino hablaba. A pesar de sonar más serio que él, aquello tenía un rastro muy dulce que a Minho le ponía aún más feliz. Giró su cabecita hacia su hermano que – a la distancia – velaba por su seguridad. Levantó su pulgar para asegurarle de que el niño estaba bien, volviendo así a dirigir su atención a su nuevo amigo. 
            
            ──── ¡Tienes un nombre muy bonito! ／ su índice rozó la mejilla del infante más alto, picándola con delicadeza mientras reía por su propio acto. ──── Te llamaré Hannie, ¿puedo, puedoooo? Pero que nadie te lo diga, ¡yo lo inventé! ／ sus carrillos se inflaron en un tierno berrinche, incluso se hallaba de bracitos cruzados. La testa volvió a negar, el ceñito quedó algo fruncido.
            
            ──── Blabla, ¡no agradezcas, Hannie! ／ sus índices se colocaron en las comisuras de los labios del mayorcito, curvándolos en una amplia sonrisa. ──── Mucho mejor.
            @-hankitty  

La timidez lo envolvió por completo cuando el otro tomó sus manos con tanta confianza, dedicándole una amplia sonrisa mientras las palabras “mejor amigo” lo rodeaba, haciéndole olvidar por un momento el dolor de su rodilla lastimada, ahora protegida por la curita que aquel niño de gran sonrisa le había compartido.
            
            Sin palabras en los labios, apenas lograba procesar lo que él le decía o hacía. Sin darse cuenta, su nombre comenzó a repetirse en su mente, como si quisiera grabarlo para no olvidarlo jamás, casi como si de un ángel guardián se tratara. ¿Será el suyo? se preguntó con inocencia.
            
            ⎯⎯⎯⎯ ❛ Me llamo Han. . .  Han-Seong. ❜ ⎯⎯⎯⎯ Sabía que decirle su nombre a un desconocido estaba mal, pero él le había revelado el suyo primero. . . así que, según su lógica, ya no eran desconocidos. Permanecía quieto, dejándose llevar, observando con atención cómo el otro saltaba con un entusiasmo contagioso, aunque el albino aún no sabía cómo reaccionar; era la primera vez que otro niño lo trataba como un *amigo* y lo ayudaba al mismo tiempo.
            
            ⎯⎯⎯⎯ ❛ Gracias por la curita, Minho. . .  ❜ ⎯⎯⎯⎯ repitió, intentando sonreírle, aunque apenas logró una ligera mueca que curvó tenuemente sus labios.

Ayuda su bio q bonita. Los dos son tan diferentessss

LISTO, doy por iniciada un furro romance KAJAJAK

yo le caigo con 
            un rolcito sisiis