Zayn y yo salimos a mirar la casa nueva, cuando estábamos en dicho lugar simplemente me imagine toda una vida con él, hasta pensé en tener más de dos hijos, simplemente era perfecto.
— Lauren creo que te buscan en la puerta—comunico Zayn.
— ok... eso es raro.
Salí a la puerta y cuando salí habían dos camiones, con el logo de una tienda de muebles, yo no había pedido nada, y creo que tuviese el dinero suficiente como para pagar. Un hombre se acerco hasta mi, este vestía un uniforme azul estilo overol, y tenía una tabla en sus manos, junto con algunos documentos.
— ¿Usted es Lauren Smith?—pregunto el hombre.
— Si soy yo—conteste insegura.
— mire esto se lo envía el señor Zayn Malik—dijo—no se tiene que preocupar por pagos todo está resuelto—explico, sentí como mi mandíbula literalmente tocaba el piso.
— ¿Qué es?—pregunte confundida.
— es todos los muebles para una casa—contesto el hombre.
— ¿Qué?—dije sorprendida.
— déjeme decirle que usted seria la envidia de muchas mujeres—guiño un ojo—ahora firme aquí, necesitamos acomodar todo esto—el hombre me entrego un bolígrafo y luego la tabla donde firme un par de veces.
Di un salto de emoción y entre. Nunca me espere algo, jamás en mi vida, claro que tenia aspiraciones y todo eso, pero vino Zayn y las sobrepaso.
— ¿quién era? –pregunto Zayn, el cual tenía una sonrisa plasmada en su rostro.
— aaaaah Zayn—corrí y lo abrace.
— ¿te gusto el regalo?
— me encanto—conteste y luego regué besos por toda su cara.
— prepárate para esta noche –advirtió.
— ¿hay algo más?
— Si— sonrió.
— Zayn que más me puedes dar en serio esto es mucho.
— esto no es nada, solo son cosas materiales—hizo un ademan con la mano en gesto de despreocupación.
Acomodaron todos los muebles dentro de la casa, absolutamente todo: Desde una nevera hasta un control remoto. La casa era inmensa, y en un buen barrio. Después de que pasaran toda la mañana arreglando decidimos matar el tiempo recorriendo una de las playas, donde muchas mujeres miraban a Zayn con deseo ¿y cómo no mirarlo? Pues él era encantador, caballero, romántico, todo eso lo hacia el hombre perfecto. Aclaro que en mi prospectiva.
La noche cayo, y con ella su brisa fría, estaba en mi antigua casa la cual compartía con Dahara. En realidad compramos la casa entre las dos, y nos dividíamos el gasto, ahora que yo me iría ella vendería la casa para mudarse con diego su novio.
Me puse un vestido negro, corto con un escote en forma de corazón, aliste totalmente mi cabello e hice un camino en la mitad, me maquille para la ocasión, tome una pequeña cartera y estaba lista para lo que sea que tuviera Zayn en mente. Baje hasta la pequeña sala y ahí estaba el vestido de traje.
— Zayn—grite suavemente. Este estaba de espaldas, dio un leve giro y me miro.
— Luces increíble—sonrió.
— Tú también cariño, luces aun más apuesto—alague.
Zayn entrelazo sus dedos junto con los míos, abrió la puerta y salimos. En la parte de afuera estaba una limusina negra y en la puerta estaba un hombre joven vestido de negro. Caminamos, y este antes de abrir la puerta saludo:

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El príncipe árabe
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