Drag-Knight: El Poder lo es Todo

Capitulo 8: ¿Un goblin común...?

¡Hola! Aquí De4dPooL feliz de publicar otro capitulo mas de esta historia.

Si te resulta entretenido el cap puedes votar y comentar, también puedes seguirme si quieres.

Tal vez desde este cap la historia se vuelva un poco mas compleja, espero que con eso también se vuela mas interesante (._.)/

Estoy escondido dentro de un arbusto que se encuentra muy cerca de los muros de la ciudad de Dircksmel. Hace calor y no paro de sudar como loco, los insectos no me dejan en paz y el nauseabundo olor de animales muertos y excremento golpea fuertemente mi nariz causándome ganas de vomitar.

Solo quiero darme un buen baño e ir a la posada para tener una agradable conversación con Mein y descansar, eso es todo lo que quiero, pero... No puedo volver sin haber obtenido ninguna ganancia. Por esa razón... Tendrás que morir para mí.

A solo unos pocos metros frente a mí se encontraba un solitario y despreocupado goblin cocinando carne en una fogata. Piel de color verde grisáceo, pequeña estatura con orejas puntiagudas y aunque tal vez yo no sea el indicado para decirlo, un rostro de lo más feo y repugnante. Su vestimenta constaba únicamente de un sucio taparrabos y en su mano se podía apreciar una pequeña y desgastada daga que no soltaba en ningún momento.

Creo haber dicho algo similar antes, pero preferiría no tener que pelear si fuese posible. Sería muy agradable vivir mis días sin ninguna preocupación con un trabajo común y corriente, junto a una mujer de buen corazón y tal vez unos cuantos hijos. Si pudiera alejarme completamente de todo lo relacionado con los Drag-Knight, Demoniac Paradise y las peleas mi vida sería mucho más feliz, pero... Supongo que no fui bendecido con ese tipo de vida... De hecho, si mal no recuerdo bien podría estar maldecido...

Después de eliminar esos innecesarios pensamientos de mi cabeza (al menos por el momento), saque mi espada larga de la funda de cuero en mi espalda y me prepare para realizar un ataque frontal.

Normalmente debido al aprecio que le tengo a mi propia vida, planificaría un plan con un alto porcentaje de victoria ya sea por medio de una distracción o alguna otra cosa, además de buscar una buena ruta de escape en caso de que la situación se me fuera de las manos, pero... Siento que planear una estrategia para atacar a un solo goblin, un individuo que posee aproximadamente la misma fuerza que un niño de 10 años y que solo representa un peligro cuando ataca en grupos numerosos... Me haría parecer aún más patético de lo que soy.

Apreté el mango de mi espada con fuerza tratando de disipar todo mal pensamiento sobre mí mismo y comencé el ataque.

Salte fuera del arbusto en donde estaba oculto y corrí en dirección al goblin sosteniendo mi espada en una posición baja. En ese momento sentí como si el tiempo fluyera más lento, y solo por un momento fui consciente de todo a mí alrededor. La fría brisa de la mañana, el sonido de la hierba al ser pisada por mis botas, el movimiento de las hojas en los árboles y la expresión de sorpresa en el rostro del goblin al verme. Claro, todo eso fue una ilusión producto de la adrenalina. El tiempo no se ralentizó, pero una cosa me quedo clara... Había comenzado una pelea donde una cosa tan preciada como la vida estaba en juego, y por lo visto el goblin también lo sabía.

El goblin rápidamente se puso en guardia y cuando nuestra distancia se acorto lo suficiente, blandí mi espada diagonalmente hacia arriba con la intención de acabar el combate con un solo golpe, pero el goblin logro desviar el ataque con su daga y tomar distancia al dar un salto hacia atrás.

Ambos nos miramos en silencio durante unos segundos antes de que los nervios vencieran al goblin y se abalanzara sobre mí. Respondí blandiendo mi espada lateralmente para que mantuviera su distancia. En un combate cercano yo estaría en desventaja, mi arma es más indicada para combates a distancias medias, por lo que no puedo dejar que se aproxime más.

Comencé a efectuar múltiples ataques contra el goblin, y aunque el continuaba desviándolos, la diferencia en nuestra fuerza y la densidad del arma hacia que con cada bloqueo el recibiera daño en sus muñecas. Sabiendo eso, ataque sin parar, poniendo toda mi fuerza en cada ataque. No tengo técnica ni habilidad, esto es todo lo que puedo hacer.

Luego de desviar unos cuantos ataques, el goblin soltó un chillido y finalmente su daga fue mandada a volar. El goblin asustado trato de escapar, pero no era como si yo lo fuera a dejar. Corrí hacia él y blandí mi espada en dirección a sus piernas, enterrando mi espada en su pierna derecha y desgarrando su carne hasta chocar con el hueso.

-¡¡¡UGYAAAHHHHH!!!

El goblin grito de dolor mientras grandes cantidades de sangre eran drenadas de su cuerpo. Mi espada también se había manchado con esa repugnante sangre, y hasta en mi rostro había algunas salpicaduras... Muy desagradable.

El goblin había quedado con su pierna inutilizable y trataba de alejarse arrastrándose por el suelo en un intento inútil por alargar su vida. Lagrimas caían de sus ojos e hilos de moco empezaron a salir de su nariz. Muchos dirían que es una escena desagradable y les provocaría hasta risa ver a su enemigo en tales condiciones, pero yo no pienso así. En este momento puedo ver en su rostro toda su desesperación y su miedo, él no quiere morir, nadie quiere morir. Estoy por terminar con la vida de un ser vivo para poder seguir viviendo, ¿Soy el único que piensa que esa lógica es cruel? Sinceramente espero que no.

Me acerque al goblin y me prepare para darle el golpe de gracia. Por un momento nuestros ojos se encontraron haciéndome sentir mal, pero no tenía opción.

-Creo que está de más decirlo, pero esto no es personal... (Yo)

Levante mi espada larga de dos manos sobre mi cabeza y... ¿Eh?

Antes de que realizara el ataque, algo muy extraño y de lo que nunca había oído hablar comenzó a suceder frente a mis ojos. Estaba tan sorprendido que detuve toda acción y simplemente observe con los ojos ampliamente abiertos como lo impensable sucedía.

El goblin... Se estaba regenerando, y la velocidad con la que lo hacía era aún más anormal. En menos de un minuto su herida se había curado. En ese momento un desagradable escalofrió recorrió mi columna vertebral y mi cuerpo comenzó a expulsar sudor frio. Rápidamente di un salto hacia atrás y me mantuve en guardia.

El goblin se levantó del suelo y miro en mi dirección. Sus ojos se habían vuelto afilados y una gran sonrisa estaba plasmada en su rostro, él no estaba disimulando ni siquiera un poco su sed de sangre. El objetivo de su furia estaba justo frente a sus ojos... Es decir, yo.

Al sentirme en un aprieto, di media vuelta y trate de escapar, pero obviamente el goblin no estaba de acuerdo con eso. Él se acercó a mí con una velocidad que superaba con creces la mía y me golpeo en el costado con tanta fuerza que salí disparado hacia un árbol cercano. Al impactar contra el árbol, sangre salió de mi boca volviendo mi vista roja.

El goblin se acercó siempre con una sonrisa en su rostro y me mostro un espectáculo que acabo con toda mi esperanza de sobrevivir.

El cuerpo del goblin empezó a sufrir una transformación. Sus brazos y piernas se volvieron más largos y musculosos, sus dientes crecieron como los de una gran bestia al igual que sus uñas se convirtieron en filosas garras y un aura morada comenzó a cubrirlo.

El miedo me inundo de tal manera que solo era cuestión de tiempo antes de orinarme en mis pantalones, y por si fuera poco, la desesperación termino de tragarme cuando escuche la siguiente frase por parte del monstruoso goblin que no paraba de sonreír.

-No... Es... Personal... -Dijo mientras su sonrisa se volvía aún más amplia. (Goblin monstruoso)

¡Eso es absolutamente una mentira!