— Como diablos me meti en esto— Susurró Ahri en voz baja pero Xayah alcanzó a oírla.
Evitó toda charla con ella hasta que llegaron a las afueras de Jonia, donde las embarcaciones cubrían todo el paisaje. El lugar estaba tan sucio que podías ver ratas al caminar, Ahri solo hacía gestos de desagrado cada vez que veía una chillar y Xayah aburrida no dudó en arrojar una pluma a una provocando más asco a la kumiho.
— Mis compañeros viajeros están a punto de presenciar mi majestuosa grandeza, a no ser que me maten... ¡Pero tal vez no!— Rakan se lucía en el barco que le habían subido, se podía oír risas.
— Pues... ya no parece ser la damisela en peligro— Ahri se giró con intención de marchar pero Xayah la tomó de la capa y la arrastró consigo al barco.
"Nos vamos en 10 minutos.."
Xayah miró con rareza a los cuatro seres que estaban mirando a Rakan.
Ahri se ocultó tras unas cajas y la rebelde subió hábil un mástil y esperó.
— Diculpen, jovenes apuestos— Ahri meneó las colas con picardía— A donde va este barco.
— A la isla de las sombras— Los cinco la miraron de pies a cabeza y respondieron al unísono.
— Ya veo. Que sed me da el mar— Hecarim, Yorick y Karthus se miraron entre si y comenzó una carrera para ver quien le traía agua primero.
— Cuanta belleza y elegancia— Murmuró el vastaya que ni se inmutó por el agua.
En medio de la conversación, una pluma de color morado cayó alrededor de los 3, era tan llamativa que la miraron hasta tocar la cubierta. Al caer la pluma Xayah saltó sobre Rakan y Ahri lanzó un encanto hacia Thresh.
— Veo que llevas bastantes almas en aquel artefacto— Mencionó Ahri.
— Que buena observadora— Habló el carcelero.
Ambas espalda con espalda miraron a su alrededor e hicieron que Thresh cayera del barco. Cuando Xayah dirigió su vista a Rakan notó que el estaba al lado de ambas.
Un círculo se dibujó en el suelo y las golpeó levantandolas en el aire y dejándolas caer de forma brusca. Thresh trataba de nadar hasta el muelle. Enojado, usó su gancho y atrapó a Ahri arrojándola al agua.
— Aqui tiene su agua bella dama— Rió cuando le vio caer y sumergirse.
— ¡Rakan!— Xayah trató de levantarse pero le faltaba el aire.
Ahri comenzó a aletear en el agua, comenzó a desesperarse donde no sabía nadar. A pesar de todo el carcelero le arrojó su linterna.
— Tómala si no sabes nadar— Murmuró desde el muelle todo empapado.
Ahri se iba a negar pero no tenía escape. La tomó y sintió como si en un segundo se movió una distancia enorme.
Thresh comenzó a sacudirse, la kumiho solo se alejó y miró hacia el barco a punto de zarpar.
— Oye, ¿cual es tu problema?—El encantador lanzó una risa nerviosa.
— ¿Rakan? ¿No sabes quien soy?— La torpe mirada que le dedicó le respondió— No soy tu enemiga...
— Claro, y atacas a mi compañero cuando no te hicieron nada, estos tipos son agradables— Rakan exclamó serio— Agh... de seguro eres una fanática obsesiva que no...
— En un festival, me ayudaste a huir de unos policías— Rakan ladeó la cabeza— La cascada Aphae... todo eso...
— No, no te había visto en mi vida— El vastaya rascó su nuca— pero no te sientas mal por ello, puedo darte un autógrafo.
