Bad Boy, Innocent Girl -COMPLETA ✔

13: Secretos, parte 1

Capítulo trece: Secretos, parte 1.

Park Jae Beom

Nos sentamos contra la baranda de la azotea, estamos en silencio solo mirándonos de reojo y sonriéndonos a cada segundo, parecemos dos niños que acaban de descubrir algo prohibido.

Me acerco más a ella procurando darle un poco de calor, ninguno de los dos habla por bastante tiempo, pero soy yo quien decide finalmente que los secretos se deben acabar.

—Cuando era niño —comienzo atrayendo su atención. —Mamá decía que encontraría a la chica indicada con solo ver sus ojos, ella sería algo diferente a las demás por eso me atraería de enseguida y no la podría dejar de pensar.

—¿Puedo sentirme identificada y orgullosa de ello? —comenta Nina sonriendo.

—Te acabo de decir que sin sentimientos, pero estoy deseando decirlo... —suspiro angustiado. —¿Qué me has hecho que con solo un segundo me pude enamorar de ti?

Giro mi rostro encontrándome con sus dulces ojos.

—Decimos tanto sin decir nada —suspiro haciéndola reír.

—Quiero conocerte más... Quiero saber de ti, de tu familia, de tu madre, de tu padre, quiero saber las cosas que te causan dolor, las cosas que te dan alegría, quiero saberlo todo... —dice mientras yo acaricio su mejilla con mi mano.

—Y yo quiero decirte todo —respondo sincero.

Nih Nah toma mi mano y me obliga a levantarme, sin decir nada me encamina al ascensor hasta llegar a las afuera de mi departamento.

—Vamos a mi casa —dice deteniendo un taxi.

No me niego, parece que estuviera en una fase, olvidando todo lo que significa estar a su lado, perdiendo por completo el control de lo que debería estar bien.

Nos vamos en silencio y acurrucados hasta su casa, no decimos nada, pero nos sentimos cómodos el uno al otro y mientras veo las personas pasar a través de la ventana me pregunto cómo es que pude estar tanto tiempo sin sentirla a mi lado de este modo.

No decimos las palabras, pero lo sentimos.

Cuando llegamos a su casa, el lugar me parece normal, una casa de dos pisos bastante amplia.

—Papá la construyó pensando en los invitados, muchas veces pueden venir a orar aquí y esas cosas —me informa al verme observar con tanto detalle el lugar.

—Son personas muy creyentes.

—Demasiado —parece quejarse.

Entramos y puedo ver como en un sector determinado tienen una biblia y una vela, se destaca del lugar por alguna razón.

—Es cálido —digo observando todo.

—¿Cómo era tu hogar? —pregunta volteándose y tomando mi mano.

Un nudo en la garganta se me forma al recibir la pregunta, recordar el pasado que me llevó hasta donde estoy no es grato, pero por alguna extraña razón quiero contársela.

—Ven, pongámonos cómodos —dice sin esperar una respuesta.

Subimos a través de las escaleras para llegar a una habitación amplia color celeste, tiene también un sector destacable donde descansan rosarios una vela y una biblia.

—Es lindo —digo apreciando el lugar.

—Mi habitación.

Se acomoda en su cama sentándose a orillas mientras que yo me quedo a cierta distancia acomodado en un pequeño sillón frente a ella.