CAPÍTULO 46

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Se cepilló los dientes cuando se levantó del inodoro. Habia pasado una semana, una semana desde que habia vomitado por primera vez. No queria hacerlo pero tenia que bajar de peso para estar como antes y que Diego se quedara helado por haberla dejado. Los primeros dias comia menos pero Mia se daba cuenta y no paraba de darle la chapa. Ahora se habia dado cuenta, gracias a algunas paginas de internet habia descubierto mucho trucos para que nadie se diera cuenta. Tambien habia leido que era mucho mejor comer lo que queria y luego vomitar, asi la gente no sospechaba y ella perdia los kg que queria. Segun ella lo controlaba perfectamente y podia parar siempre que quisiera.

Se termino de arreglar y junto con Mia se fueron a la universidad.

Durante toda la semana habia compaginado la clases con las practicas y estaba agotada, ya que casi no tenia tiempo para descansar.

La semana pasada habia asistido al juicio  junto con Victor y habia podido ver como era su trabajo realmente. Al final habian conseguido encarcelar al tipo ese durante 20 años, no compensaba nada lo que habia hecho, pero al menos la mujer podria vivir en paz.

A Diego no lo habia visto en toda la semana, sabia por Miguel que no habia ido a la universidad ni estaba durmeindo en el depa por lo que suponia que estaria de viaje. Debia admitir que lo echaba en falta epro sabia que eso era bueno para ella. Olvidarlo no podria en una semana pero al menos estaba mas tranquila.

Por lo que respecta a sus amigos estaban perfectamente , hacia tres dias ( sabado por la noche) que Giovani se habia declarado oficialmente a Lupita y desde entonces eran inseparables. Sus amigos estaban muy contentos por ellos, hacian buena pareja y la templanza y tranquilidad de ella ayudaria mucho al chico.

Mia y Miguel seguian juntos como siempre, con sus peleas tontas y ses celos pero felices. El problema de salud de Mia y el hecho de ver que la podia perder hacia que Miguel estuviera mucho más al cuidado de ella lo que ha veces la agobiaba y tenian pequeñas peleas, pero nada que no pudieran solucionar .

Con su padre todo iba fenomenal y con su madre habia quedado un par de veces más intentando recuperar poco a poco la relacion que tenian antes.

Al llegar a la universidad supo que su suerte se habia termiando, en la puerta de su clase Diego hablaba, bueno mas bien coqueteaba, con una chica. Pasó por su lado ignorandolo, tragandose el nudo que tenia en su garganta, así y todo no pudo evitar mirar a la chica que lo acompañaba . Era una rubia imponente de 1,70 y las tipicas medidas 90-60-90, no queria pero fue imposible no comparase, sintiendose sumamente inferior.
Se sentó en su sitio y agachó la cabeza sentandose en sus libros para no verlo. En ese momento entró el profesor Victor que se acercó ha hablar con ella aprovechando que no habia casi gente en el aula aún.

Victor: ¿ como estas Rob?
Rob: bien, ¿porque lo dice?
Victor: se que el  juicio del otro dia fue duro y ya  no habiamos tenido oportunidad de hablar ya ¿ como te sentiste?
Rob: rara, solo tenia ganas de matar al idiota ese
Victor: pero te contuviste y estuviste callada todo el tiempo.
Rob: ( sonrie) es raro ( en eso nota la mirada de Diego sobre ella y no puede evitar mirarlo)
Victor: si la verdad es toda una proeza que tu..... ( se calla al ver que la chica está prestandole atencion) Rob, Rob.....
Rob: ( saliendo de su ensoñacion) ¿ que? perdon me habia distraido
Victor: lo he notado, hablamos despues que ya empieza esto, intenta no distraerte.
Rob: que gracioso es usted.
Victor: ( hablando ya a toda la gente) Buenos dias ¿ quien va a ser el gran alumno que me recuerde que hicimos ayer?

Pasó el resto de la clase algo dispersa, no podia sacar de su mente la imagen de Diego coqueteando con la rubia. A la hora de coemr fue a casa de su padre pues habia quedado en ir allí el dia anterior. Lo saludó con un beso y un abrazo al igual que a Laura, que tambien estaba allí.

Todo por una maldita nocheWhere stories live. Discover now