Cuentos de Arlan I: El Guerrero

«Vacié mi bolsillo como pude, dejando que el Reloj, mi llave y una pequeña perla de cristal cayeran sobre el pasto. Esa perla diminuta había sido la causante de todo lo que había pasado los días anteriores y, aunque al final la había conseguido, el precio a pagar había sido demasiado caro: ahora Daro estaba libre y s...

Rendirse no es el plan

Miedo, dolor, angustia, pasión... Todos aquellos sentimientos los había sufrido con las mayores de las fuerzas, pero, no iba a dejarse llevar por ellos. Estaba dispuesta a renunciar a su propia vida con tal de conseguir su único propósito, el cual, parecía que desde aquel momento en el que había llegado a Herborea de...