No hablamos sobre cosas muertas.
A Gregorio no le pasaban cosas extrañas. Seguía hablándose con los mismos amigos de secundaria e iba a comer los domingos de su madre. Tenia un trabajo, una vida rutinaria. Ah, Gregorio esta muerto. Murió una noche, de la forma más patética que alguien puede morir y en invierno. Greg no cree en Dios, es más, lo odia...