VIC.
Hace un año mi madre me obligó a estudiar lejos de Exford. Fueron meses muy duros en los cuales mi único consuelo eran los libros de aquel misterioso escritor con el cual llegué a obsesionarme. Por fin regresé a casa en las vacaciones. Ya nada era felicidad. Me encontré con las malditas ganas de mi madre de querer co...