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Hola, lector. 

Me gustaría hablar de lo mucho que me gusta leer, pero supongo que todos estamos aquí por alguna razón similar.

Tampoco me apetece hablar sobre mis aficiones. 

Así que hablaré de que no puedo escuchar por el oído derecho desde hace más de un año. 

Y de lo mucho que me alegro  de que haya sido en ese oído, porque el izquierdo tiende a centrarse más en la música, mientras que el derecho a las conversaciones humanas. 

Y no  intento que nadie me tenga pena o compasión, por el contrario, si aún no te has enterado, dejo bastante claro que no quiero que me hables y que prefiero escuchar música por mi único y dorado oído izquierdo. 

Pero el problema es que aquí no se habla. 
Y por eso me gusta estar aquí. 
Y me siento libre al haber escrito algo como lo anterior. Porque no suelo decir cosas como esas. Pero me gusta escribirlo, porque es así como me siento a veces. 
Y no me gustaría que la gente se sintiese mal, pero estaría bien que se diesen cuenta de vez en cuando. 

Bueno, supongo que ya he acabado.

Adiós, lector.