Frayde y Chlaudi serían ese tipo de pareja que en su relación tiene las siguientes situaciones:
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—Faryde, mueve tu trasero y déjame terminar esto
—¿Eh? —Se voltea, mirando a su novia, sin entender en lo absoluto el porqué le decía eso. —Pero, no te estoy molestando
—¿No? Entonces mueve tu trasero, anda
No entendía, solo estaba recargada sobre la mesa, mirando a través del microscopio el corte del cerebro que debían analizar.
—No entiendo
Chlaudi se sonrojo, antes de gritarle.
—¡Tu trasero están frente a mis ojos, idiota! No puedo hacer mi reporte si esta ahí
—¿Y eso que tiene que ve...? Oh
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—Faryde
—Dime, amor mío —Se giró, esperando a que su novia hablara
—¿Donde esta el proyecto de análisis conductual?
—Oh, ¿hablas del proyecto proyecto?
—¿De qué otra cosa hablaría? Dime, anda
—Bueno... Es que no se si te refieres al proyecto... Ya sabes, el que es proyecto, o al que lo es pero no tanto
—Deja de decir estupideces y dime
—Mi amor, tu sabes que te amo, ¿cierto?
—O me dices en en menos de 10 segundos o te prometo que no dormiremos juntas del verbo no dormir durante más de un mes
—¡Perdóname! ¡Se me cayo agua encima de el y lo saque al balcón para que se secara pero más tarde comenzó a llover!
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—Te odio
—Me amas
—En verdad te odio
—En verdad me amas
—¡Deja de contradecirme!
—¿Es mentira? —La sonrisa que le dirigió a Chlaudi, llena de dulzura, solo logro hacer sonrojar a la más baja.
—¡Deja de decir verdades!
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—Me duele el maldito trasero
—Tantas horas sentados en clase del profesor Wells nos deja así —Murmuró Edilyne, parándose finalmente de la silla para salir del aula.
—Hoy tenemos muchas horas continuas, es normal —Lo que Oliver decía era cierto.
—¿Qué pasa?
—A tu novia le duele el trasero
—¡Oye! —El que Edilyne lo dijera así lo hacia sonar muy mal, aunque era meramente la verdad.
—Oh, cariño, ¿Te lastime mucho anoche!
...
Edilyne la miró.
Oliver se sonrojo.
—¡Idiota!
