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me recordaste que soy como el viento. un espíritu libre, indomable, incontenible. por eso, aprovecharé mi vida para volar, correr, tener cada vez más lodo sobre mi cara y más y más flores en las manos. escribiré poesía, enviaré cartas, pintaré paisajes y leeré libros. voy a cantar hasta quedarme sin voz y a tocar instrumentos hasta desgastar la piel de mis dedos. también aprenderé a bailar. bailaré tanto, que romperé las suelas de mis zapatos y eventualmente bailaré descalza. narraré mi historia y se la diré cada noche a las estrellas con la esperanza de que, algún día, ellas se la cuenten al sol. me conectaré con la tierra, porque de ella vengo y hacia ella me voy. disfrutaré cada momento, dure un día o cien años; y cuando me vaya, lo haré sin arrepentimientos ni odio en mi corazón.