
huroncitoo
San Lang no debe hacerlo, este Gege no sería capaz de permitir tal cosa. Estaré aquí, justo a un lado de tí. —la intensidad en sus ojos negros era tal que casi gritaban por sí solos para hacerle entender al jóven que pertenecía a ese lugar, pertenecía a él, a sus brazos. Su corazón latió con más fuerza al oírlo hablar, ¿cómo era capaz de albergar tanto cariño dentro de su corazón? inconscientemente posó una de sus manos en el pecho contrario, sonriendo con tristeza al notar la falta de latidos y saber la razón detrás de tal cosa. Antes de que el otro siguiese hablando se inclinó aún con incomodidad por la posición para depositar un beso en el pecho de su amado, dejando la frente apoyada en aquel lugar por unos segundos antes de enderezarse y depositar otro nuevo besito en su frente, mirándolo como si fuese la obra de arte más preciosa de la historia.— Aún si este mundo se destruye por completo, mi alma siempre buscaría a San Lang, estoy seguro de ello. Cueste lo que cueste. —una risita salió de sus labios por la actitud juguetona del azabache, se acomodó aún más cerca al ser tomado de la cintura y tomó el labio inferior ajeno entre sus dientes, buscando venganza por el jugueteo anterior.—

huroncitoo
# hm sisi, de hecho estoy hace más de un año en terapia con mi psicóloga pero aún no me habían permitido dejar la medicación. btw, volví a tomarla
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