SoyNymGrigoryevENZ

/ mañana contesto todo ahora sí pq, me duelen los ojos y mi cansancio no da para más. u_u

SoyAthenaVyrubov

/ ¡descansa!  <3
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SoyMotkaVyrubov

cuando su mundo se derrumbó el diablo estaba llorando. las lágrimas eran lo suficientemente densas como para mezclarse con la sangre y lo suficientemente calientes como para evaporarse en el fuego. 
          
          el estallido fue como una revolución, aunque no era el pueblo el que se apilaba en la entrada del castillo. mentiría si afirmara que no había preveído esto antes; mentiría si afirmara que sus sueños no mostraban parcialmente algo que su lógica llevaba martilleando meses. el análisis había sido claro y la estrategia buena, sin embargo, el brazo a torcer de una infamia le hizo poner ambas mejillas. 
          
          a su alrededor todo daba vueltas. el caos que se había sembrado por los pasillos era latente en cada polvo suspendido en la atmósfera. los escudos reales, consumidos a las llamas, temblaron en el repiqueteo de voces, gritos y llanto. él no podía hablar, algo desgarraba su pecho desde el interior de sus entrañas. había querido asegurar a sus allegados primero, así que se aseguró de que todos siguieran las indicaciones para salir del palacio y encontrarse en las afueras. los soldados caerían tarde o temprano, las doncellas cederían y los charcos resbaladizos del suelo impoluto dejarían de ser cálidos. y él no tenía tiempo ni para llanto ni para lamentos, aunque su vida llegara a un final abrupto. 
          
          «me busca a mi. busca mi cabeza, lo dijo», recordó. en mitad del caos, era algo mayor que el miedo lo que empezó a moverlo. un impulso desde el frenesí de su corazón, el deber de su postura y lo que significaría su muerte, le gustara o no. tragó saliva. condenado desde el momento en el que la corona pesó sobre su cabeza, la mar de su destino había manchado de un carmín brillante la rosa de su familia y la serpiente no tenía fuerzas para atacar. trazar un plan de escape fue de antemano fue, entonces, lo único que pudo salvarlos.

SoyMotkaVyrubov

hacía calor. hacía más calor del que había pasado nunca, y el aire era pesado. sus pulmones se estaban ahogando. la marca de su palma latía con fuerza y el arma que empuñaba empezaba a clavarse en su piel; traspasarla, envenenarla. el sudor era, sin embargo, frío, y ya no podía distinguir si la sangre de sus ropajes era suya, aliada o enemiga. otras gotas jugaban con sus pecas. 
            
            ¿qué era exactamente lo que intentaba salvar? «a erik», sí. «a athena», sí. «a lunnaris», sí. «a todos», pero allí... ¿hubo algo para él realmente? la hoja de su espada era casi tan desecha como él. abandonado, pequeño, traicionado. traicionado, ahí lo divisó a él. «nada se rigió nunca por los sentimientos, en primer lugar», entonces, ¿qué había traicionado exactamente? ¿su confianza? 
            
            a través de los escombros, mucho antes de que llegaran a él y apareciera ravnis para llevárselo de allí, sus ojos se clavaron en el príncipe de zatyshok. duros, fríos, casi inexpresivos si no fuera por la ira concentrada en la boca de su estómago. apretó la mandíbula casi sin darse cuenta, mas alerta, no movió ni un ápice de su cuerpo. —nymeros. —llamó, al otro lado de la habitación. —tu familia va a morir. —«lo he visto», omitió. —hoy no. hoy le toca a mi hogar. —el deje de una risa reprimida se quedó atorado en su garganta. —pero este sitio siempre será toska. y toska es tan cruel que nunca nadie va a poder someterla. 
            
            «toska. dolor sordo del alma, un anhelo sin nada que nada haya que anhelar, una añoranza enferma, una vaga inquietud, agonía mental, ansias».
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SoyLunnaris

El día que Lunnaris arribó al Otro Reino, el cielo lloraba. 
          
          No era de noche sino que caía el atardecer, pero el día estaba tan oscuro que pareció traer consigo cierto castigo divino. El carruaje real, ese que había visto indeterminadas veces a lo largo de su temporada en Toska, frenó sus ruedas y la mujer se aventuró afuera. 
          
          Las puertas del palacio no parecieron darle la bienvenida, pero aquello era algo que ya esperaba como parte del recibimiento ajeno. Los criados, con ojos llenos de dudas, tomaron el poco equipaje que había decidido llevar y rápidamente la guiaron adentro. 
          
          Sí bien existían diferencias remarcables entre lo que era la decoración y estructura de cada palacio, sobre todo los colores elegidos de sus Casas para decorar el interior y mientras el palacio de toska le había dado cierto aire rústico, pero elocuente, con sus salones decorados de negro y oro y la serpiente envuelta en una rosa en cada ornamenta, sello, plato y blasón; zatyshok acompañaba sus colores en un dorado y rojo tan fuerte que pareció manchar las paredes de sangre.
          
          Siguió al sirviente hasta llegar a un salón extenso, tan extenso que supuso que aquel sería el Salón Principal. Y allí lo vio, esperándola, tratando de anticipar sus movimientos incluso antes de haberla conocido. 
          
          Qué curioso, pensó con una sonrisa escondida por la capucha de su capa. Se destapó dejando ver una cascada de extensos cabellos lisos blancos como la luna y unos enigmáticos e iridiscentes orbes celestes que parecían verte el alma. 
          
          —¿Es así como le dan la bienvenida a una emisaria de Toska? Tanto secretismo… —cubrió sus labios con tres de sus dedos. —Veo que finalmente nos conocemos, su alteza real.

SoyLunnaris

Se erigió y unió sus manos en su regazo. Alzo la cabeza cuando lo tuvo en frente, su cuerpo bastante cerca del suyo como para hacer la diferencia de alturas notable —Los rumores siempre se tuercen, su alteza —respondió suave— Puedo asegurarle que la mayoría de aquellos rumores son inciertos o falsos. 
            
            Por un breve momento, los ojos de la vid'ma mostraron cierto brillo siniestro. 
            
            —pero, por supuesto, su alteza. ¿Cómo podría confiar en mí? No le he dado ninguna razón para hacerlo, es comprensible. —se tocó el pin que venía enganchado en su capa, el mismo símbolo que la indicaba como emisaria de la familia real Vyrubov Dashkov. —Sin embargo, he sido enviada aquí por el rey motka simplemente por razones políticas. 
            
            Agachó la mirada, demostrando sumisión. Fingió un leve escalofrío al sentirlo cerca y se removió. —Debo hablar con el rey. 
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SoyLunnaris

Había un rumor circulando entre ambas naciones. Sobre una bruja que había encantado al rey de toska con sus dulces palabras y mirada encantadora. De belleza ciertamente exótica que parecía fuera de este mundo. Aquellos rumores decían que la bruja había arribado cuando los vikingos lo hicieron, otorgando señales de malos augurios. Entonces, los lugareños expresaron su descontento y temor ante una mujer que podía maldecir aún más la castigada tierra de toska. 
            
            El descontento social que su figura generó causó cierto revuelo dentro de la corte que provocó resentimiento en los nobles que, ávidos de desligarse de ella, buscaron su muerte. Por supuesto, ninguno tuvo éxito pero sus actos dejaron consecuencias difíciles de evadir una vez hechas. 
            
            Entonces, fue cuando motka comenzó a tener esos sueños y la mirada de zatyshok cayó en la tierra maldita. Pensó que aquello no podía ser coincidencia. Las coincidencias no existían. 
            
            Sus enemigos estaban en todas partes, pero la amenaza mayor era la que se enmascaraba del otro lado del reino. Al contrario que el pequeño reino de toska, zatyshok era un poderoso reino bastante antiguo con una fuerte procedencia militar. Siempre preparados para la guerra,  siempre listos para cualquier ataque que pudieran sufrir. 
            
            Zatyshok, un reino construido con la conquista y sangre de sus enemigos. 
            
            ¿Acaso el príncipe sería igual? Cuando ambas miradas se unieron, a Lunnaris le pareció ver una expresión triste. 
            
            —Mi nombre es Lunnaris, por favor sin ningún título ya que solo soy una humilde emisaria...—hizo una leve reverencia sin despegar la mirada, analizando cada uno de sus movimientos, juzgando cada palabra que salía de su boca. —Entiendo, su alteza. No esperaba nada menos que palabras verdaderas. 
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SoyNymGrigoryevENZ

—Normalmente no estamos acostumbrados a las visitas.—Corrigió enseguida, inclinando un poco su cabeza con la mirada fija sobre ella.—Tal vez eso responda su pregunta...¿Cómo puedo llamarle?—Cuestionó. 
            
            Dió un par de pasos más, llevándose así mismo hasta la otra punta de la habitación, dejando ver sus manos por detrás de su cuerpo, vagando con lentitud. 
            
            —Resultaría irrespetuoso no decirle que es de mi agrado conocerle al fin, pero no es algo que saldría honestamente de mi boca.—Reveló, parándose de golpe, reencontrándose con ella un poco más de cerca, como lo había pensado anteriormente.—Supuestamente también, puedo decirle que no es de mi agrado creer todos esos rumores que corren por el reino, pero tampoco he de confiar en usted. Aunque creo que ambos sabemos que tal vez eso último sea lo que tengamos en común, por el momento.—Pronunció aquellas últimas palabras en un susurro cerca de la bruja, con el ceño fruncido y esperando una respuesta por parte suya. 
            
            @SoyLunnarisTE
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SoyNymGrigoryevENZ

| hELLO THERE, vengan tramas y roles. ^^

SoyAthenaVyrubov

| DIN,  WE LOVE U. 
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SoyLunnaris

# oh my. Aquí viene la mastermind 
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