moira no hables por dios, que creo que tú ni fiel a él eres —le reprendió aunque después soltó unas risitas.— que quieres que haga, soy hija del charro, ya está en mi sangre ser ojo alegre ;)
—la miro atentamente, y al ver que esta desapareció, se quedo ahí, sabiendo que aun así la escucharía.— te voy a dar el beneficio de la duda moira, si apareces...esta vez no será en broma.