Me siento un poco avergonzada por desaparecer así que vine a dar la cara. Algunos saben que el 2022 fue un año horrible para mí. Mi mamá tocó fondo y la depresión la llevó casi al suicidio, tuvo varios intentos. Como no teníamos dinero para internarla, yo decidí cuidarla las 24 horas. Cuidar a una persona con tendencias suicidas es sumamente difícil. Para cuando el doctor autorizó que ella pudiese salir sola a la calle, yo ya estaba sumamente exhausta, aun así busqué un trabajo porque teníamos muchas deudas por los medicamentos. Para agosto del 2022 comencé a notar los síntomas del estrés acumulado, me daban fiebres esporádicas, dolores en la piel, punzadas en el pulmón, entonces la fiebre dejó de ser esporádica y no se marchó. Tras muchos antibióticos y citas médicas me diagnosticaron tuberculosis, mi pulmón izquierdo estaba casi destruido. Duré tres meses con fiebre. Además, me deprimí mucho porque mi enfermedad alteraba los nervios de mi mamá y el médico me recomendaba hospitalizarme. No quería. Eso iba a enfermar a mi mamá así que no podía darme el lujo de un hospital, si ella recaía de nuevo yo no iba a tener fuerzas para seguirla (porque una vez desapareció y fueron horas de horrible búsqueda) así que cuidé de mi misma lo mejor que podía. En mayo del 2023 me dieron de alta, mi pulmón no se recuperó por completo, una parte quedó dañado y supongo que una parte de mi mente también. Siempre he escrito historias con la finalidad de desahogarme un poco, pero… no sé si pueda volver. Gran parte de mis escritos almacenan vivencias relacionadas con la locura, la salud mental y los suicidios, tratando de llevarlos de la mejor forma según mi experiencia personal, sin embargo, está vez escribir sobre ello, o hablar siquiera me genera conflicto. Recuerdo todo lo que viví, sentí y escuché y me pongo a llorar y… y no sé si pueda volver. Hay demasiado dolor dentro de mí y no quiero empañar a los personajes con mi propia tristeza. Lo siento.