Description
En las frías noches al ver el cielo nos encontramos con las hermosas estrellas, algunas brillan más que otras pero siempre tenemos una estrella que nos gusta más que las demás, en la que nuestra mirada se fija únicamente, esa estrella que tiene una luz especial, pero todas las estrellas tienen un límite de vida, pasado este límite ya no brillan y dejamos de verlas, simplemente desaparecen y eso mismo pasa con nuestra estrella favorita. Cuando éramos pequeños pensábamos que la luna esa que alumbraba nuestros pequeños pasos nos seguía, pero al crecer nos damos cuenta que no es así, esa luna que perdemos durante el día la recuperamos al oscurecer y es nuestro consuelo cada vez que nos sentimos agobiados, en el oscuro firmamento es la luna quien más brilla ante nuestra ojos y cada vez que no está en nuestro cielo nos preguntamos ¿A donde habrá ido? al ver que nuestro cielo nocturno no tiene esa misma luz sin nuestra luna. Al anochecer levantamos nuestra mirada hacia el cielo oscuro y frio, vemos a nuestra estrella favorita pero la luna con su hermoso brillo hace que desviemos nuestra mirada hacia ella y nos quedemos observándola. De esa misma manera funciona el amor, alguien a quien queramos nos romperá el corazón y nos preguntaremos "¿Habrá alguien que tema perderme?" pero todo tiene un "Porque" y diremos "Y lloré sin saber que la vida me estaba haciendo un favor" pero perdemos el deseo de enamorarnos, pasado el tiempo conoceremos a alguien especial que con cada mirada que nos dé pensaremos "Cuando me miras así resucita lo que habia muerto en mi" pero nos enamorarnos de quien menos lo esperamos y solo nos preguntamos "¿Cómo algo tan oscuro puede tener partes que brillen?" Así de complicado resulta el amor y las personas que pasan por nuestra vida son como la luna y las estrellas. ✒Contenido sexual, lenguaje vulgar y violento. ↪Leer bajo su propia responsabilidad↩ ©Historia Original. Prohibida su copia y adaptación.