Prólogo.

¿Sabes esa sensación que te da a veces cuando estás solo? ¿Esa sensación de que vas a estar solo toda tu vida? Yo sí lo sé, sé lo que es que tu padre te diga «Siempre vas a estar solo, Isaac. No sirves para nada.» Joder, aún recuerdo su voz como si hubiese sido ayer, lo peor es que hasta que conocí a Laura lo creía, por eso fui tan rápido con ella. Necesitaba comprobar si ella era la persona que necesito en mis malos momentos, y ayer lo comprobé. Sentí que su voz calaba a fondo en mi corazón. Supe que era ella, que la necesito en mis días.