Solitarios

Forest, hijo de Slade y Trisha, ambos muy queridos en la Reserva, se volvió el lobo solitario cuando cometió el error de traicionar a los suyos aún cuando lo hizo sólo por el bien de todos. No tiene problema con ser el malo, le gusta serlo, pero ¿Ella? definitivamente la quería lejos.

Lucy, una joven Voraz con genética de zorro, le demostrará al lobo solitario lo muy buena que puede ser jugando, pero su mundo no sólo es risas y rosas, quiere algo que no conoce, algo que le fue arrebatado y lo quiere de vuelta.

Forest y Lucy deberán dejar sus juegos y pullas para llegar a aquello que Gabriel, líder de los Voraces, les ha pedido, será difícil. Será peligroso. Y ellos sólo quieren comerse a besos.