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La música es como el tren del alma. Puede llevarla a tantos lugares.La música es como el tren del alma. Puede llevarla a tantos lugares.
Los sentimientos y pensamientos suben a los vagones de las melodías y se abrochan el cinturón sin saber hacia qué momento de la vida se están dirigiendo.
Pero, ¿Qué pasa cuando esta magia viene en compañía de la fama? Detrás de esas cuatro inofensivas letras se esconden los demonios que arrastraron a Teban a un infierno al cual jamás quiere regresar. En sus llamas se quemaron sus últimas sonrisas, y la oscuridad que se apoderó de él en el pasado, arde en forma de recuerdos en el presente. Pero aparece Melody, quien apagaría sus incendios a besos y le enseñaría que no todos los motivos para sonreír se hicieron cenizas.