Prólogo.

Amber ya ha dado con el límite de la rebeldía e irresponsabilidad para sus padres. Para ellos los números rojos en cualquier lista que tenga que ver con su hija ya es común: rojos en su lista de estudios, rojos en su tarjeta de crédito...
Sin duda ya están cansados, y además, al estar ocupados con su trabajo y de viaje en viaje, no pueden estar en constante cuidado de su hija para imponerle sus reglas, por lo que Amber debe ser enviada a un internado, en donde pasará casi todos los días de su existencia.
Su carácter egocéntrico y superior le traerá graves problemas al chocar con el carácter de uno de los integrantes del grupo de los más populares de la escuela llamado Luke, quien tiene la misma personalidad, por lo que competirán por mantener su dignidad que poco a poco se verá afectada por bromas de mal gusto entre ambos. Definitivamente "polos iguales" deben repelerse, separarse lo más lejos posible. Si no, ¡esto podría convertirse en un Internado Patas Arriba!