Description
Una marcada infancia de sobreproteccion y encierro llevó a Rubén a vivir una vida delimitada por cuatro paredes, sin posibilidades de salir por su cuenta y buscando desahogo en los múltiples servicios que Internet y su ordenador podían ofrecerle. Desde series y peliculas hasta juegos online y salas de chats infinitas, el muchacho Omega encontró alivio a su soledad desplegando su inventiva imaginación, sus innatas habilidades para los videojuegos y el que, en un futuro seria su característico humor sin sentido, para conquistar el cariño de cientos de fanáticos y ganándose fuertes y duraderas amistades. Fue una amistad en especial que impulsó su deseo de libertad. Fueron esas palabras de ánimo y compañerismo los que mermaron el silencio y la soledad. Fueron sus ojos los que lo cautivaron. Fue ese doloroso latir en su pecho y el olor a Alfa que Mangel emanaba lo que, en un futuro, lo llevaría al abismo.