Prólogo

Me rindo. Juro que lo intenté.
¡Vamos, por favor! Un poco de buena suerte aquí no vendría nada mal.
No puedo simplemente simular que nada pasó, mucho menos dejar de ser tan torpe.
Es que... ¿cómo no me dí cuenta?
Juro que no lo hago a propósito.

Escapar de la vida nunca es fácil,
menos si el resultado de esa fuga es un embarazo.
El rock es mágico y problemático, el amor también. Cuando los problemas parecen ser lo único que llega a tu puerta y tus meteduras de patas resultan ser abismales, sólo puedes dejarle la suerte al destino y excusarte en un simple Ups! Porque fue sin querer... ¿cierto?