Prólogo

Después de haber destruido las gemas de las maldición de las cientodieciocho reencarnaciones de Eliane y Dmitry, ambos vivieron una vida llena de felicidad y mucha prosperidad.

Sin embargo sus vidas cambiaron cuando una figura del pasado regresa a sus vidas y amenaza con destruirlas quitándoles lo que más aman... su hija Alexandra.

Alexandra era una niña feliz y risueña, su sonrisa iluminaba todo el lugar, nada podía borrar esa sonrisa. Pero... cuando ella tenía tan sólo seis años, ella fue cruelmente separada de su familia y llevada en contra de su voluntad a un lugar misterioso del cual no sabía sí saldría con vida o no. Su vida no volvió a ser la misma, no volvió a ser la misma, nada volvió a ser igual.

Luego de dos años de agonía y angustias finalmente la pequeña Alexandra de nueve años volvió a casa al ser rescatada por sus Padres y los Caballeros del Sol, quienes se dieron de que la pequeña Alex ya no era la misma niña que habían conocido.

Diez años después de aquel acontecimiento, Alexandra se volvió tan pero tan problemática que llegó a ser un problema y dolor de cabeza para su familia y Manada, por lo que ella misma una noche decidió irse de casa y nunca volver para viajar por el mundo y expiar sus pecados siendo una viajera sin rumbo ayudando a otros y en uno de sus viajes encontró a una Asociación de Cazadores que de dedicaba a ayudar a otros como ella y a capturar, cazar y a veces matar aquellos que causaban problemas en el mundo sobrenatural, esa Asociación se llamaba 'Blood Moon'.

En 'Blood Moon' Alexandra era libre y decidida a seguir ayudando a otros, pero en su camino se topó con un Licántropo molesto, terco, decidido pero sobretodo muy molesto, ya que desde que percibió su olor, la vida de Alex se volvió un caos y desde ese momento no sólo se dedicó a ser una Cazadora sino también a huir de ese molesto Alfa, quien no está dispuesto a dejar ir a su Luna.