Él, sólamente él.

Dolor o victoria porque no he tenido esperanza en hablarte e inerte mi emoción al verte, sin juicio, palabra por palabra se manchó mi vida. Un joven atemorizado por algo que aseguran es normal y quiso experimentar, inocente en su incredulidad, vivió hasta aquel dia cuyo profeta y verdugo rieron de aquel fan de las letras.

Desde niño me recuerdan que no soy ajeno a la muerte, que tenga cuidado en la vida, que use el intelecto que heredé, que deje de reír y por rebelde terminé aquí valorando la vitalidad de aquellos que son capaces de gozar. ¿Te has de preguntar? Bella, soy un romántico y en forma de fábula han de bailar las letras para comenzar.