[Prólogo]

Llega el otoño y Sirius tocó a su puerta, agitado y emocionado, a su lado estaba su hermano con expresión poco impresionada mientras el mayor explicaba que había logrado que su tío Alphart le prestara su cabaña por dos semanas y les permitiera llevar a sus amigos ahí.

Tal vez, James debió haber hecho caso a la vocecita en su cabeza que le dijo, medio en broma medio no, que así empezaban todas las tragedias de horror.