Prologo

Mordí mi labio intentando no perder la cordura, mis manos sudaban, mi mente estaba experimentando algo nuevo, me revolvía las hormonas solo ver su camisa pegada a su escultural torso me tenía atrapada en el peor pecado, dios como lo deseaba. Hay iba otra vez haciendo algo que me mataba alborotando sus cabellos una vez más sentía que mis piernas temblaban, era Harry hace años un amigo o más que nada un desconocido lejano que me tenía hecha un atar de nervios y creo que el sabía lo que me provocaba. Hace unos cuantos meses se mudo en frente de mi casa, si somos vecinos, era el nuevo de la ciudad, el nuevo en la escuela, el Don juan de todo el sitio y mejor amigo de mi hermano por decirlo así. Muchas veces solo nos hablábamos para molestarnos uno al otro pero en mi mente las cosas se mezclaron, su personalidad de chico malo y rebelde me llevo al borde de solo verlo como un chico molesto.