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¡Mia no puede tener un respiro! Se presentó a la Presidencia del Consejo Estudiantil, ganó las elecciones y desvió el arco de la historia de los calamitosos acontecimientos que predijo Bel. Uno pensaría que salvar el futuro sería suficiente para ganar algo de descanso, pero todo lo que obtuvo por sus problemas fue una carta urgente de Ludwig solicitando su regreso inmediato al imperio. Se dirige a Tearmoon, sólo para enterarse al llegar de que la Ciudad Academia, con la que contaba para desarrollar esa nueva cepa de trigo, se está desmoronando ante sus propios ojos. ¿El director? Les ha abandonado. ¿Los profesores? Huyendo a borbotones. ¿El proyecto en sí? Corre el riesgo de paralizarse. Y para empeorar las cosas, ¡los Greenmoons son aparentemente los que están detrás de todo esto! Ludwig ofrece una solución: necesitan un nuevo director con la suficiente influencia como para detener el éxodo de profesores, y su antiguo maestro es el indicado. Suena muy bien. El único problema es que... ¡el hombre es un viejo tejón testarudo que odia a los nobles con una pasión ardiente!