Trato cerrado

Natalia Lacunza vive en un piso en un antiguo edificio del centro de Madrid, el único refugio que la evade de su ajetreada vida.

Alba Reche encuentra un piso después de buscarlo desesperadamente al tener que salir del suyo de inmediato y no puede estar más feliz con su nuevo hogar.

Lo que ninguna de las dos sabe es que dan ventana con ventana, y que esos cristales les darían mucho más que una imagen entretenida al otro lado.