Sinopsis.

2do libro de la saga Four Chips.

La música despierta miles de emociones que en muchas ocasiones son difíciles de describir con las palabras. La música es para sentirla. Cuerdas, tambor, teclas, viento y voz, elementos importantes para que la música se convierta en más... un arte excepcional, un arte que pone tu piel de gallina, un arte que vive por si sola. Mark, Chris, Frankie y Dustin consideran ese arte su vida, nada más los aleja de ella, hasta que claro, otras cosas empiezan a convertirse en sus prioridades.

Christopher James es el misterioso integrante de Four Chips. Pocos saben su verdad, solo algunos se quedan luego de saber toda su historia. Él vive por y para su hermana Faith, sin esa luz que ella le proporcionaba estaría lejos de tener una vida normal. La verdad es que Chris ve la vida como una pieza de Bach: algunas veces intensa, otras veces emocional, pudiendo ser triste o feliz. El único momento en que Chris sentía las verdaderas emociones era cuando tocaba las teclas blanco y negro que adornaban su viejo piano en su habitación y por supuesto cuando veía a Faith feliz.

Emine Murphy es una nueva estudiante de intercambio de la Universidad de Toronto. Siempre ha sido una chica tímida muy temerosa de conocer a nuevas personas, quizás por eso cuando conoció a Faith James pudo verse a sí misma en los ojos de la chica. Faith quería tener una verdadera amiga, no alguien que fingiera serlo como todos los que estaban alrededor de ella.

Emine podría darle esa amistad.
Emine era todo lo opuesto a Chris.
Chris solo le había echado una miradita a Emine.
Emine no quería que el hermano de Faith la pusiera a temblar.
Chris le encantaba poner nerviosa a Emine.
Y después de mucho tiempo Emine hizo que Chris pudiera volver a sentir.

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