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Créditos por la portada: @Wittbird

No era algo nuevo para ti, escuchar insultos hacia tu padre de parte de otras mujeres, estos resultado de siempre haber sido un mujeriego.

Pero un día, escuchaste algo distinto, algo que te sorprendió.

Había tenido otro hijo, y lo había abandonado, claramente como lo había hecho contigo.

No querías que el pequeño sufriera el mismo dolor que tu sufriste, tomaste riendas en el asunto, y decidiste ir a buscarlo.

Después de todo, eras su familia de sangre.

Que sorpresa te llevaste, cuando el pequeño le decía hermano a alguien más.