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Desde la primera vez que cruzaron miradas, el destino los unió de por vida, para amarse, valorarse, y tener una hermosa familia, pero el destino es un hijo de puta que nunca te pondra las cosas faciles.
Es por eso que Midoriya Izuku y Bakugo Katsuki tendran que esforzarse para poder estar juntos.
Aunque el Destino tal vez no es tan hijo de puta, porque despues de todo, ambos son vecinos.