Prólogo

¿Alguna vez has deseado que todo cambiara? ¿Que ocurriera algo en tu rutina que te ayudara a escapar, a vivir una nueva vida? Yo fui lo suficientemente iluso para hacerlo. Y lo peor de los deseos es que a veces se cumplen. Son como una escopeta demasiado pesada, y al disparar, acabas en el suelo por culpa del retroceso.

En mi caso no fue una escopeta, sino una varita, lo que sacudió mi vida para siempre, lo que me arrastró a vivir en una realidad quebrada en la que tuve que adentrarme en dimensiones extrañas, enfrentarme a desafíos que me marcaron para siempre, a luchar contra monstruos y abominaciones cuya existencia jamás habría podido imaginar y a echar de menos mi aburrida vida de antes.