Conociendo al Karasuno

-Kinka, me gustas...- Recordaba esas palabras cada noche, no lograba sacarlas de su mente y todo eso lo antomertaba, como todo habia terminado asi, no lo entendia realmente, miraba sin interes la puerta, ya no queria escapar, todas las noches lo visitaban y decia -No te preocupes tu hermanito esta bien...pero sabes ya no te busca- El siempre trataba de desanimarlo y habia caido en cada una de sus trampas, como habia llegado a eso, acaso era tan idiota como para dejarse llevar, su mente sabia que era un error y peligro el estar con el, varias razones y acontecimientos se lo habian confirmado pero su corazon no lo entendia para nada -Yo...te amo- Un susurro salia de si antes de caer dormido y no ver nada...solo un infinito e interminable pasillo.