mi nueva hermana

Desde su infancia, Benny y tú fueron amigos inseparables, conectados por su amor compartido por el ajedrez. Pasaron innumerables horas jugando y desafiándose mutuamente, perfeccionando su estrategia y disfrutando de cada partida. A medida que crecieron, esa amistad se transformó en algo más profundo. Cada encuentro en el tablero se volvió más intenso, con miradas llenas de complicidad y sonrisas cargadas de significado. El ajedrez se convirtió en el lenguaje a través del cual expresaban su afecto mutuo. En cada movimiento, podían leer los pensamientos y emociones del otro, creando un vínculo único y especial. Y así, entre partidas de ajedrez y momentos compartidos, un amor inquebrantable comenzó a florecer entre Benny y tú.