Mi precioso loto

Lan XiChen jamás se esperó semejante recibimiento de su familia hacia su esposo; un tío que lo adoraba, unos hermanos que lo protegían y mimaban y un pequeño hermano que toleraba su presencia. Fue mejor de lo que imaginaba. Pronto se dio cuenta que Jiang Cheng era, sin duda alguna, la bendición más exquisita y amada de su vida; su precioso loto imperial, su alma gemela... y la esposa favorita de todos a su alrededor.