Prólogo: El amor.

«Y la recuerdo perfectamente, como si me cantara justo ahora al oído»
«Y aún tengo recuerdos de ella, como si nunca se hubiese ido, como si nunca hubiese partido»
«Fue tan fugaz lo nuestro que solo me queda el recuerdo»
«Fue tan fugaz lo nuestro que aveces creo que tan solo fue un sueño»
«Al final aprendí que la vida es efímera, fugaz, que no es posible abrazar un recuerdo, aprendí que, de hecho, si existe el amor eterno»

La historia del doctor que se enamoró de su paciente. La historia de April Florencia y Alec Wollins.