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Emilia era una de las mejores clarinetistas de España pero su mundo cambió cuando se le concedió una beca para viajar a China para tocar con algunos de sus compañeros a la Orquesta Filarmónica de China.

Se despertó en otra época, en otro año donde no existían los móviles, no habían carreteras ni coches...

Allí conoció al hijo del emperador, el cual solo quería matarla ya que su existencia era algo desconocido e incomprendido por ellos, una amenaza.