Lia, mala pata.

-Lo siento, pero esto es privado.- Me inspeccionó de pies a cabeza. Su voz era más grave de lo que se oía pero su "amable" carácter, no estaba.
Lo sé, parezco una niña por mi estatura pero no significa que puede tratarme así.
-Siéntate, voy a revisar tu mano. -Él comenzó a enojarse porque ignoré sus palabras, lo noté por las mejillas coloradas en su blanca piel. -Soy médica, no tu fan. -Él abrió sus ojos. -No te equivoques, señor Jin.

Supe, en ese instante que llevarnos bien no sería una opción.